jueves, 25 de noviembre de 2010

Sombras nada más

Por Danilo Kerenski

Sombras nada más
Los Irrelevantistas
8 lámparas LUX de 50W, pantallas de vitral y alambre galvanizado
Medidas variables
2010

Entre las características que conforman al ser humano se encuentra la preocupación latente de reconocerse como persona ante el mundo que le rodea, lo que deriva en una súplica, en ocasiones incluso cansina, de existencia que se renueva y reafirma constantemente durante toda la vida. Mantener una distancia simbólica con el otro reafirma la cualidad de existencia del ser mediante la individualidad que esto genera. Lo anterior es producto de la autoafirmación del estado de existencia que surge a partir del reconocimiento de sí mismo mediante el reconocimiento de la sombra propia, con la cual, el ser humano se hace consciente del control que tiene de sí ante el mundo, pues es un elemento inexorable.

A causa de la cotidianidad el ser humano sufre el despojo de su propia sombra en una suerte de arrebato de la memoria que priva el recuerdo de los juegos de contrastes luminosos de la cansina exigencia de existencia. Sombras nada más recuerda el mito de la caverna de Platón ya que propone el re-descubrimiento del pasado inherente del ser humano que se había negado por el atareo de la cotidianidad. El autor invita a reflexionar sobre aquel arrebato de los recuerdos individuales que configuran su realidad particular, de esa manera, ofrece la oportunidad de la apropiación de un elemento del paisaje hacia un discurso identitario pues es mediante la ausencia de él mismo que se hace presente el ser único.

La presencia que evoca la ausencia de luz no es la oscuridad total sino una gama de colores que se difractan a medida que los objetos cambian en relación a la luz. Las sombras proyectadas por el ser humano exteriorizan el espectro personal del espíritu en un lenguaje único e irrepetible que exige pensar las dualidades de una manera más abierta y con infinitas posibilidades de combinación a partir del tiempo y el espacio.

La manera en la cual se comporta la luz en relación a los objetos con los que se refleja en una temporalidad delimitada permite considerar las sombras como una escultura de dimensiones variables que se construye mediante la interacción de los espectadores con la pieza. De esta forma, Danilo Kerenski cierra la temporada de exposiciones de La Luz de la Nevera con una propuesta interesante donde el arte y la física invitan a pensar de una manera diferente la producción artística contemporánea tomando en cuenta dimensiones antes ignoradas las cuales cualifican Sombras nada más como una escultura cuántico-performática.





San Andrés Cholula, Puebla

Los irrelevantistas
Isidro Carreño
Fátima Ramos
Danilo Kerenski
2010


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