sábado, 6 de noviembre de 2010

Castillos en el aire

por Isidro Carreño




El ser humano se presenta frente al mundo y su fenómenos, y es a partir de sus experiencias que va tejiendo un sistema que le permita explicar lo que ocurre, toda vez que hereda ciertos paradigmas al estar inmerso en una comunidad. Entonces echa mano de la mediación, que le permite aprehender aquello con lo que se relaciona. Sin embargo, aún cuando dos individuos se encuentren inscritos en el mismo Sistema de Representación, los argumentos que generan a partir de experiencias son diferentes. Lo mismo ocurre cuando se pretende comunicar un mensaje, pues lo que se transmite no es recibido de la misma manera en que sale. Dicho de otra manera, si una persona emite el mensaje A, el receptor tendrá un mensaje diferente a A, pues haría falta que el emisor y el receptor fueran uno mismo, en un mismo tiempo, para que ambos decodificaran el mensaje de la misma manera.

La obra de Isidro Carreño propone una reflexión sobre la mediación, y más aún, pide detenerse a pensar cómo es que la mediación permite de manera directa o indirecta la modificación de aquello que se pretende comunicar, al grado de caer incluso en las ficciones fundacionales, entendido como todo aquello que ha llegado a un punto tal de desapego de su primer propósito, que pasa a ser una suerte de mentira aceptada, y sobre la cual se actúa en consecuencia. La preocupación del autor se ve reflejada en las esculturas presentadas a manera de manifestaciones sonoras en las que una primera emisión es mediada y vuelta a mediar con el fin de ilustrar cómo los mensajes se deforman hacia nuevas interpretaciones, en nuevos contextos y con nuevos receptores, de manera que se vuelven equívocos y torcidos.

Con el fin de innovar en la producción contemporánea, Carreño ha echado mano de la física, que le permite evaluar su pieza sonora como una escultura cuántica-performática, pues está hecha de partículas que describen una onda en su paso a través del aire. La idea anterior permitiría pensar el sonido como materia de dimensiones variables y efímeras que puede ser manipulado y moldeado a placer. En la pieza, el autor propone experimentar el sonido como una escultura, y no reparar ya en el medio como instalación, es decir, no considerar los instrumentos emisores del mensaje como la pieza, sino como el medio. La escultura irrelevantista de Isidro Carreño se forma a partir del sonido, construyéndose en el aire con dimensiones variables hacia una experiencia performática.



Cholula, Puebla


Los Irrelevantistas
Danilo Kerenski
Isidro Carreño
2010

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